Un vaso recientemente adquirido por el Estado para el Museo Arqueológico Nacional, un ánfora apulia de figuras rojas del Pintor de Baltimore, fechada entre 330 y 320 a. C., nos permite realizar, a través de la lectura de sus imágenes, un recorrido por los paisajes infernales y paradisíacos del imaginario suritálico. El programa iconográfico e ideológico de este vaso, decorado con una escena de naiskos, una escena con personajes junto a una estela funeraria y una escena con la visita de Orfeo a los Infiernos, incide en un mensaje claramente salvífico, ofreciendo la promesa para los difuntos de una nueva existencia, edénica e inmortal, más allá de la muerte.